Este minimalismo no es sinónimo de renuncia. Refleja, por el contrario, un refinamiento de la elección, una atención a la composición, a la textura, al uso. En Plisson 1808, diseñamos productos que se integran en esta lógica: combinar rendimiento, placer y sobriedad. Por lo tanto, nuestros jabones de afeitar no solo preparan la piel: limpian suavemente, la suavizan y facilitan un afeitado de alta precisión.
De la misma manera, nuestros bálsamos después del afeitado hidratan, suavizan y protegen en una sola aplicación, evitando el uso de varios tratamientos distintos. La comodidad y la eficiencia se encuentran en un solo gesto.
Este retorno a lo esencial responde también a una nueva manera de concebir el lujo: un lujo discreto, intencional, basado en la calidad más que en la cantidad. Menos frascos en el baño, pero cada uno con una función real, adaptada a la piel del hombre moderno.